Una jovencita de dudosa moralidad se acerca al dependiente.
“La máquina de follar”, de Bukowski.
El chico lo saca de un cuartito lleno de libros,
y a la hora está en su casa con la joven de dudosa moralidad.
Ya en la cama, parece otro Chinaski devorando a su presa.
Ella se arregla el pelo, se coloca bien la falda y sale.
Deja las bragas en la mesita de noche con un número de teléfono.
Si algún día vas a Madrid, tú que eres tan joven, pásate por el Club Bukowski, es un garito donde se lee poesía. Le das a Scandar un beso de parte de la Sra. Tortuga
ResponderEliminarNo sé si eres o estás moñas tortuga
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