domingo, 30 de diciembre de 2012

LA CASA ENCENDIDA - PARTE 3



Desde entonces queso vino

pavo paté

y más vino

porque el vino nunca basta

derretido en la boca

o colgado de una camisa

Luego café

por la mañana que partes

lejos no tan lejos

sin tacto

Y a veces música

y muy pocas cine

pero siempre poemas

confusos libres sentenciosos

versos que condensan todo

que confirman el queso y el vino

versos sin satélites

Cómo orbitan con nosotros

entonces

sin ti contigo tuya de ti

 

 

 

Y las noches van sumando

y las horas de Dalí

derretidas

y un impulso que desgasta el tiempo

y nos da todo igual

a veces

no muchas

pero esas veces

oh esas

nos da igual

nuestras de nosotros

revolotean como pájaros de Hölderlin

como los dedos de la Aurora

una cuenta atrás para algo

o para nada

Porque ahora es imposible

o nada es imposible

pero sé que ahora no

No

aunque no interrumpa nada

Ahora no




lunes, 24 de diciembre de 2012

LOS HABITANTES


           
No fue la curiosidad

lo que me hizo huir con ella.

Razones personales

que algún día contaré.

Bunbury

 

 

 

Me habitas (te lo he dicho)

como se habita un país

desde su origen,

como la tierra habita

su propia corteza.

Sin más,

ni peros o explicaciones.

Habitas esta casa

como se habitan los países.
 
 
 
 
 
  © Noelia Illán Conesa


viernes, 14 de diciembre de 2012

martes, 11 de diciembre de 2012

LA CASA ENCENDIDA - PARTE 2


 

Sentados en la huerta

detrás la autovía

y pasa un dios cualquiera

que ya es nuestro

en la casa donde naciste

y una gitana de grandes pechos

y pelo recién cortado

Dime que me quieres

te quiero claro

qué son veinte días

o más de setecientos

qué

apuesto todo al ocho

Sí, señor, ha oído bien:

todo. Todo al ocho.

Si África no existiera

o al menos estuviera más cerca

a dos horas

las que bastaron para vernos

Nos bastaron entonces

para más

más que vernos

como el rayo o el coche

ardiendo

un dedo una espalda

Pero ahora no

No me engañes

ni basta ni bastó

Nos engañamos

para ir más lejos
 
 
 
 
 
 

jueves, 6 de diciembre de 2012

LA CASA ENCENDIDA - PARTE 1


 
 
Me establezco en esta casa

como Rimbaud en una firma cafetera

sin saber si esto va o viene

o si se queda

en el caso de ir

o si pasa como el día

rozando agujas y números

 

Un poema largo

quizás

salga o tembloroso

o sentencioso

roído

de ratos de alcohol y amistad

rodeados de gestos insabidos

de manchas

de fríos
 
 
 
 
© Carolina Illán Conesa