sábado, 29 de octubre de 2011

ACELERA, QUE SE ESCAPA LA NIÑEZ

No importaba nada casi.
Apenas detenían el coche y allí volabais,
como animalillos.
Como objetivo principal, el cuarto del horno,
donde un día se hizo pan,
y aquel viejo garrofero junto a la balsa,
que servía de cueva y refugio.
La era os espera.
Corred y poneos las mejores galas:
un zapato de cada clase y una vieja sudadera,
tres o cuatro tallas más grande.
No te peinas. No pierdas tiempo.
Primero, rebuscad en las palas,
 entrad en la cuadra y rebuscad en los pellejos
de aquella loba que murió allí al parir.
Salta corre ríe vuela.
Abre el pozo y tira piedras.
En su goteo, oye esas agujas de reloj que no paran.
Te siguen por la casa de vastos muros de piedra azul.
Es el mismo tic-tac que ahora escuchas,
viejo y solo,
en la oscuridad de tu habitación.


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2 comentarios:

  1. Ultimamente estás muy artistica, estás escribiendo muchas cosas ¿verdad?
    No sé si es bueno o malo
    P.D:SAM

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  2. Mejor fuera que dentro.

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