Suena
la campana y el árbitro da la señal.
Te
doblegaré a mi voluntad o te partiré en mil pedazos.
Ganaré
los asaltos del deseo, o esa es mi intención.
Invadiendo
mis zonas, te mueves ligera con pies alados,
me
golpeas en el ring. Se nota el entrenamiento.
Compláceme
y aprieta suave el gatillo.
Suelta
tus jabs y crochés sin medida.
Vénceme
si quieres con tus armas de fémina gatuna,
pero
déjame al menos ganar un asalto.
A veces lo mejor es tirar la toalla. Nos libra de quedarnos tarumba el resto de la vida y del ojo a la virulé.
ResponderEliminarFeliz 2012... lleno de cosas buenas... Un abrazo.
PD: suena la campana... 12 veces... hemos ganado, que suerte hemos tenido que no nos hemos muerto...