Son
las tres de la mañana, y la almohada donde escribo huele a ti.
Son
muchas cosas en contra, pero tu olor no me deja pensar.
La
vida hoy, esta noche de alcohol y soledad, se presenta como un reto.
Pero
tú ya no me besas. “Un vano correr tras lo imposible”.
Joaquín
me ha dicho que después de la crisis llega la revolución,
en
términos estrictamente filosóficos.
Luego
ha sido miserable la conversación contigo.
A
veces sólo dispongo de dos horas,
un
par de noches (que ya me has dado, allá, por abril)
cuando
yo era más parecida a mí, y no esto que soy ahora. (…)
Ahora
es mejor oír la música en inglés; así no lo entiendo y siento menos.
Me
miraste triste cuando ayer te dije que el futuro no existe.
“Dalo
por perdido”. Estoy en un estado de ánimo peligroso.
Y
has entrado en esa maraña,
fuego
sagrado oculto en el fondo de lo que es visible.
Yo
aquella tarde vi la cola del cometa pasar abrasándome,
y
fue como ir en sentido contrario. (…)
Mi terapeuta de los Mochos, a la que echo de menos todos los días, me dijo: Tortuga, las personas nos tenemos que curar como un jamón. Nos ponemos feas, echamos sal, olemos mal, chorreamos, sudamos... Pero un día, te levantas, cortas un trocito con un cuchillo... Y que hay? Hay un jamón. Y arrikitaun.
ResponderEliminarLo que más odio del mundo es ser miserable, sentirme miserable... Todos tenemos miserias... supongo.
ResponderEliminarQué es la foto? Lo sabes?
ResponderEliminarOjala siempre te pudiera servir de inspiración, me encanta lo que escribias por "mi culpa"
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