Pescado frito de todas las clases y tamaños,
rebozados, fritos.
Verduras mezcladas y carnes a la brasa,
incluso teta de vaca o estómago de cordero.
Más allá tienes serpientes encantadas,
Y allí está la vieja con henna.
Los monos trepan sobre los turistas
y las calles ser pierden en laberintos
de lámparas, alfrombras y hierbabuena.
En el centro de todo,
rezuma la vida, la música lejana de un yembé.
Regateos de viejos comerciantes
y un chaval enganchado a una burra.
Yamaa El Fná te espera.
Yo recuerdo así Marruecos, lleno de vida y de otras sustancias. Lo visité hace mucho tiempo, tenía 21 años y el corazón rebosando de amor... Todo me parecía acogedor, el mundo y la vida también...
ResponderEliminarEso que describes me huele a Marrakech,tengo nostalgia de olores....
ResponderEliminarPedazo de cabrona, ¿te has cambiado de blog?... Luego dicen de las suegras. Pues sí, que lo sepas, estoy celosa... Snif snif
ResponderEliminarYo te sigo en silencio todos los dias boba, aunque no escriba estoy ahí vigilando...pero esta chica me despierta cosas, en este caso los olores del recuerdo, y se lo dije...pues eso que te quiero mucho tonta
ResponderEliminarSnif snif, qué declaración más emotiva! Nickanonimo: soy peor en persona, jajaja.
ResponderEliminarEs por eso, porque te sigo, que he llegado al blog de esta chica "tan mala". Nos vemos en breve, un abrazote Temena.
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