lunes, 5 de diciembre de 2011

FUMAR DE MADRUGADA QUITA EL INSOMNIO



El juez, con un gran bigote, dicta la sentencia.
La mecha está encendida, y ya no hay marcha atrás.
Los encapuchados juzgan, y ríen bajo sus máscaras.
Unos levantan el dedo. Otros lo bajan: K.O.
Se cierra el telón, pero sin aplausos.

Ya ha pasado, tranquilo. La cena habrá sido pesada.
Era todo un sueño. Me bajo y me fumo un cigarro. O dos.

Pero sigues teniendo esa sensación de ruptura,
el paladar pegajoso y las manos entumecidas.




* Hoy va de bigotes... He aquí la foto de aquel graffitus que había en una callejuela de Murcia y que ya no está, porque alguien decidió invertir pasta en el Teatro Circo. Ahora ponen obras de Lorca, Inclán y esos tipos que escribían bien cuando el bigote estaba de moda. Ahora no hay graffitus, pero queda la foto. 
Por cierto: me quedé sin entradas para ver Bernarda Alba...¡ni grafiti ni teatro, ala! ¿Dejarme bigote paliará mis penas?

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